Granja educativa
Durante la visita, todos sus sentidos se despertarán gracias a la presencia de numerosos animales mimados y cuidados por los miembros de la asociación cultural Biscarross.
Descubrir, tocar, escuchar, oler...
Como si se tratara de una buena orquesta, se puede escuchar el concierto de plumas: gallinas, patos, gansos, pintadas, a los que se añade el arrullo de las palomas, todo ello bajo la atenta mirada de los cerdos.
A la vuelta de una puerta, nuestro concierto continúa con el grito de los pavos reales que pueden intentar seducirte dando una voltereta. En otra gama, aquí está el balido de las cabras y los corderos, reforzado por los sonidos bajos del poni Ponguy, el burro Nelson, con el maestro, ¡nuestro hermoso caballo Tango!
En cuanto a los conejos, se contentan con mordisquear tranquilamente sus zanahorias en el fondo de su conejera, sin olvidar a otros animales que se pueden cruzar aquí y allá, en el centro de la visita.
Detrás de todos estos animales hay un equipo discreto y eficiente que garantiza el buen funcionamiento de la granja. Los paquetes de semillas están a la venta en la recepción del museo.